Fox trote, cha cha chá, twist, a ver que compás es más veloz acrobático apresurado: mi vida tiene una cadencia acelerada pero todo bien: sigo bailando. Hablando de música hoy abre el Festival de Jazz con un concierto de Stevie, gratis para todos los que podemos acudir, además de estar regalando por la radio billetes para ver y oír a Marsalis para los que pueden llegar antes de las seis por la radio a recoger los billetes. ¡Oh, el Festival! Empieza hoy y no llueve. Stevie, Wynton hello boys... Empieza el verano oficialmente y mis vacaciones. Qué bien.
Esta maravillosa canción para mi hija que decidió que aquí también sería el día de la música, y como a mí me gusta la música pero sobre todo y en particular a mi hija querida, no le pude decir que no. Un poema surrealista divertido de Jacques Prévert, grande, grande, Jacques.
Uno es alto, negro de Haití, el otro bajo, magrebí, ambos hablan con voz suave y baja; tranquilos e inalterables parecen, yo en contraste parezco una pulga de circo, juntos formamos un cuadro opuesto: la calma y la excitación, ellos el Mediterráneo y yo el mar Cantábrico, ellos Suiza y yo Yugoslavia, ya me entienden; pero sobre todo, los dos son amables y simpáticos. Siempre se los ve juntos, cual pareja del cine mudo, y todos los días me saludan, se desviven por hacerme sonreír, "Inés", dice Ibrahim "¿te llevo al metro?"- "¿Oh, tenés auto?" -"No, colega, a pie, te llevo a pie, a la condición que no vayas a más de 90 kilómetros por hora, manía que le tienes a las corridas". -"No es eso, siempre ando con poco tiempo". "Ya ya"... me contesta: "lo que pasa, Inesita, es que estás enamorada del verbo ir al subjuntivo, "faut que j'y aille" (se dice en francés): debo irme, voy yendo, me fui. Dices: hola, ... me voy, chicos". -"Y que dices de los superlativos, replicó Antony,¡qué dices de los superlativos!, una maestra de los superlativos." Me hicieron reír porque es un poco verdad y cuando coincidimos al salir del trabajo hoy, les prometí no correr, y no decir que me estaba yendo, les aseguré hacer un esfuerzo: caminaría y actuaría normalmente, entonces se pusieron contentos y me cantaron una canción. Me gustó el recorrido lento --qué difícil para mí-- y volví a casa con la musiquita en la cabeza, aquí va, en honor de mis colegas que me llevan al metro, a pie y cantando.