«Fosforece un mohín de sueños crueles. / Y el ciego que murió lleno de voces / de nieve. Y madrugar, poeta, nómada, / al crudísimo día de ser hombre.»
CÉSAR VALLEJO
domingo, 30 de diciembre de 2018
viernes, 28 de diciembre de 2018
Conversación en el trabajo
Suspira
Marie y me pregunta por qué el amor es tan complicado y yo levantando una ceja
y con una sonrisa de costado de preguntarle:
- ¿qué te anda
pasando?
- Nada, me
contesta, es que siempre es el mismo circo, o me quieren y yo no a ellos o me
gusta alguien y ni me da bolillas. Es más, siempre tuve relaciones con hombres
que no me querían del todo, siempre esperando que terminen por enamorarse de mí
(canturreo
la Habanera de la Bohema) ... Esta vez quería que me quiera alguien,
que me trate con respeto, con ternura, con ganas de estar conmigo, y entonces
surgió un chico que se enamoró.
-Eso suena
bien, ¿qué pasó?
-Nada, no
pasó nada, y eso que me mandaba poemas, regalos, delicadezas infinitas. Una
generosidad, una atención continua. Sabía lo que me gustaba comer, lo que no,
hacía un comentario sobre la ropa que me ponía, recordaba cada cosa que le
había contado. Y me ahogué. Quería salir corriendo. Tenía la impresión de que
espiaba cada gesto que hacía, quería controlar mi horario, mis idas y vueltas.
-Ya me
estás asustando.
-Me he
vuelto su única obsesión.
- ¡Me estás
contando una película con Glen Close!
-Te estoy
hablando en serio. Y vos te ríes de mí.
-Es que no
entiendo bien, ¿qué pasó al final?
-Nada te
digo. Cortamos. ¡Cortamos porque me quería demasiado!
-No,
cortaron porque vos no lo querías a él.
Nada más. No debés sentirte culpable. No te enamoraste eso es todo. Pero
como te gustaba la atención al principio... supongo, hasta que se puso pesado y no te gustó más.
- ¡Me voy a
quedar sola!
-Uh, ¡qué
complicado es tener 25 años, Nena!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)