sábado, 20 de enero de 2007

La cliente

Entró abriendo la puerta grande de un gesto exagerado, como si esperara que fuera pesada y no lo es. Disculpó con una sonrisa su ademán teatral; afuera llueve y la gente corre buscando cobijo; se dio vuelta y entró una pequeña que le dio la mano. Penetraron en la librería hablando. La niña corrió hacia el fondo, y durante todo el recorrido, el largo pasillo, su mirada la acompañó, mirada de madre. Una mecha de pelo caía sobre su cara, de un gesto breve la colocó detrás de la oreja, entonces vino hacia mí, en la sección jazz de los discos, donde estaba yo solo, mirándola. Levantó la cara y me saludó, bonjour, luego se puso a examinar los CD, sacaba y volvía a poner, no parecía buscar algo en concreto, tampoco parecía apurada. Estuvo un rato largo en ello mientras yo acomodaba facturas y pedidos, cuando de repente se inmovilizó, todo lo que en ella había sido movimiento estaba parado en una tensión del cuerpo patente. Me miró detrás del mostrador, su cara palideció como quien recibe una noticia que no espera. ¿Está bien señora?, pregunté. Se quedó parada un momento sin decir nada, con la mirada fija sobre mí, cuando llegó a su lado la niña, salieron de la tienda. No sé que habrá pasado. Los clientes están cada vez más raros.

Me toca poner una nueva canción ahora pondré un poco jazz, aunque esos Chilis: qué grupo, qué buenos están... A ver no, paso Wet Sand de nuevo. Entran dos más, ¿querrán discos?, es que me aburro hoy.

1 comentario:

  1. Sentado frente a la pantalla una sucesion de flashes: Brooklyn, 1947, baseball broke the color line; Alabama, 1955, a woman refused to give up her bus seat to a white passenger; Washington, 1963, a man invited the whole country to share a dream… Una botella roja a la izquierda, Coca-Cola celebrates Black History Month a la derecha. Miro alrededor: ni un solo negro en la sala. Comienza la pelicula: un paisaje hermoso, desertico, el Atlas, un rifle, cabras. Tokio demudado, Tijuana musical. Lineas poderosas que dividen el desierto en Africa y en America, un desnudo japones que, acertadamente, no salta. Pierden los de siempre porque es un retrato de la realidad y, ya se sabe, la realidad es terca.

    Era una deuda que tenia. Conmigo en el cine estaba la mujer mas linda del mundo. No siempre es facil olvidar; tome su mano al oir la voz de Chavela Vargas, toque su rodilla por deseo y por placer.

    Hoy, Ines.

    ResponderEliminar