Uno es alto, negro de Haití, el otro bajo, magrebí, ambos hablan con voz suave y baja; tranquilos e inalterables parecen, yo en contraste parezco una pulga de circo, juntos formamos un cuadro opuesto: la calma y la excitación, ellos el Mediterráneo y yo el mar Cantábrico, ellos Suiza y yo Yugoslavia, ya me entienden; pero sobre todo, los dos son amables y simpáticos. Siempre se los ve juntos, cual pareja del cine mudo, y todos los días me saludan, se desviven por hacerme sonreír, "Inés", dice Ibrahim "¿te llevo al metro?"- "¿Oh, tenés auto?" -"No, colega, a pie, te llevo a pie, a la condición que no vayas a más de 90 kilómetros por hora, manía que le tienes a las corridas". -"No es eso, siempre ando con poco tiempo". "Ya ya"... me contesta: "lo que pasa, Inesita, es que estás enamorada del verbo ir al subjuntivo, "faut que j'y aille" (se dice en francés): debo irme, voy yendo, me fui. Dices: hola, ... me voy, chicos". -"Y que dices de los superlativos, replicó Antony,¡qué dices de los superlativos!, una maestra de los superlativos."
Me hicieron reír porque es un poco verdad y cuando coincidimos al salir del trabajo hoy, les prometí no correr, y no decir que me estaba yendo, les aseguré hacer un esfuerzo: caminaría y actuaría normalmente, entonces se pusieron contentos y me cantaron una canción. Me gustó el recorrido lento --qué difícil para mí-- y volví a casa con la musiquita en la cabeza, aquí va, en honor de mis colegas que me llevan al metro, a pie y cantando.
Brassens cantando en castellano
La versión original
Ines eso de correr todo el tiempo y de en todo momento "estar yendose" me hace acordar a los Stagnetto, se me ocurre que por ese lado te viene esa costumbre jaja. Sino mirala a Noemi (no josefina que seria el opuesto),o a mi mamá.
ResponderEliminarNachito querido: Noemí no es Stagnetto, no señor, es Aragón. Quizás me venga de ahí, sí. Dentro de unos pocos días voy a parar de correr un poco: falta poco para las vacaciones e intentaré hacer otro tipo de corridas, ya veremos. Un beso enorme a vos y los tuyos, dale un gran beso a Lalala también.
ResponderEliminarChaucito,
Inés