martes, 13 de octubre de 2009

Bon voyage

Falta el oso ruso...

o madrileño...

Me gustaría que me los fueras a buscar.

1 comentario:

  1. Tengo un oso madrileno y, para que no huya mientras lo domo y aprende a bailar tonadillas rusas, lo mantengo encadenado firmemente a una botella de vino. Protesta, pide licor de madronos y me amenaza frunciendo el belfo y mostrando colmillo.

    El oso ruso es un desequilibrado excesivo, una mezcla de Dostoyevsky y Brigitte Bardot. Quiero que aprenda a bailar el chotis sobre una baldosa pero se niega y exige vodka, arenques, mujeres… todo entre gritos apocalipticos y amenazas filosoficas de caracter homicida.

    El desaliento me impulso a decirles, “que va a pensar Ines?”, y sucedio el milagro. Despues de oir tu nombre les ha quedado una mirada apacible y hasta se quitan el pijama para ir a dormir. Un oso que duerme desnudo promete el hechizo de la danza afortunada.

    Si, Ines, los buscare para ti, fuera del circo y del invierno.

    ResponderEliminar