Amarillo
Asociamos el sol con el color amarillo. No se puede dibujar el color blanco o la
luz; y de repente me acuerdo que a ti te gustaba dibujar, hacías retratos, tenías el sentido de las
proporciones, del equilibrio; además, volviendo al sol, éste es fuego, eso lo
sabemos, las llamas son amarillas. No sé, en realidad no importa, el amarillo
es el color del azafrán, de tu arroz, del limón, fruta que usabas demasiado en
todo; de la flor del diente de león que te indignaba. El amarillo es el color
con el que te relaciono; un amarillo resplandeciente, cálido y luminoso a la vez. Así
como el día de hoy. Primer día de calor, de primavera que tardó una eternidad
en llegar. No te imaginas el invierno que tuvimos. Duro, duro, mamá en todos
los sentidos. El sol, la luz, el primer de mayo y vos. Sabías que a veces me
olvido de que no estás y pienso, ah, le voy a contar…
Fui a comer
un plato de arroz iraní, el color amarillo me recordó que, por muchos años no
sabía que era blanco, ese arroz de hoy me hizo sentir cerquita a vos. Te
comentaba lo delicioso que estaba. El arroz que nos hacías a diario. El limón
que le ponías al agua, hoy en el restaurante celebré tu recuerdo.
Los chicos
no se acuerdan del día en que te fuiste. Mejor, es un día triste; piensan en
vos, estás presente para ellos, de otra forma, menos pesada que la mía, algo más
alegre, la abuela que los hacía reír. Les hubiera gustado tener más tiempo con
vos (aunque cuando lo tenían creían tener una abuela imperecedera). Las que sí
se acuerdan son las primas. Con mucha emoción, las que me acompañaron tanto
cuando te tuvimos que incinerar, con fuego amarillo madre, con emisión de luz y
calor, un día de otoño bien parecido a este, claro y tranquilo con un aire
suave, un cielo alto y despejado. Nos sentamos en el pasto a sentir el sol, estábamos juntos y tranquilos. Feliz día del trabajador, mi madre querida.
Cuánto te extrañé hoy.
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