Me tuvieron que echar de la sala del museo. Estaba clavada boquiabierta hipnotizada. Me encantó. Hacía tiempo que no tenía tanto gusto en un museo de arte contemporáneo. The clock del americano Christian Marclay, 2010. Estuve de excelente humor todo el regreso a casa, pensaba, qué loco, qué bueno. Quiero más, sí, quiero más. Qué suerte que me animé y fui a verlo.
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