Madre de abril que te moriste en mayo. Volvió mayo, volvió el otoño allá en los tucumanes, lluvioso, me entero y una primavera caprichosa aquí,cerca de tu canal. Todo vuelve y sin embargo tu voz, tu atención, tu risa, tu humor, tu conversación, tus indiganaciones, tus temores, tu amistad indefectible, tu amor por nosotras, redondo, honesto, incontestable, no vuelve : se transforma, se incorpora a mi cuerpo, a mis mañas, a mis gestos, a mis palabras. Estás cada vez más dentro de mí que en el reuerdo. Con esa cara mía que es de la mi padre, me estoy pareciendo a vos, cada vez más. Lo veo en mi boca y en la mirada.
Diez años de crecer para los hijos míos. Están hermosos, felices, estarías encantada con ellos. Diez años de tranquilidad para mí. Diez años de cambios para Paulina, y otro diez más desastrosos para el mundo que siempre fue una porquería. Ahora lo noto más. Diez años y sigo pensando lo lindo que sería conversar una vez más de todo y de nada como lo hacíamos siempre, hablar con vos.
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