lunes, 9 de julio de 2007

Flirt étnico


-Inés, ¿ya te has acostado con un negro?
-Epa, ¿y esa pregunta? ¿Para qué quieres saber? Además, negro, ¿de pelo negro o de tez morena?, un negro, ¿uno que escribe sin firmar?, tuve un novio al que llamé mi negro, estar negro, ¿uno rabioso?, ¡triste quizás!, uno al que le daba por el diablo, negro, Hicham, no entiendo.
-Acabas de probar mi punto.
-¿Cómo es eso?
-Si te hubiera preguntado si ya te habías acostado con un griego, estoy seguro que me hubieras contestado sí o no, pero al preguntarte por un negro...
-Creo que haces trampa, sos injusto, no sabés como te hubiera contestado por lo del griego, estás especulando, y usar la palabra negro fue provocación de tu parte, además yo no me acuesto con colores, me acuesto con hombres y mi vida personal...
-Bla bla bla, Inés.
-Pero no, escuchá, estaba de vacaciones en una isla del Caribe, era muy jovencita, tenía catorce o quince, más catorce que quince, y como era año nuevo había una fiesta linda en el hotel y todos reunidos muy contentos, bailábamos. Un hombre mucho más grande que yo, pongamos treinta años, quizás menos, me saca a bailar, un hombre de allá, y me pega contra él, los movimientos eran lascivos y no estaba acostumbrada a bailar así, no estaba habituada a tener un contacto tan cercano con un hombre, y me aparté un poco, estaba francamente incómoda, entonces el hombre paró de bailar, me miró y me preguntó si yo era racista, ¿cómo? le dije, ¿qué tiene que ver?, repitió la pregunta: y le dije, no usted es un hombre y yo una chica. Lo que pasa, agregué, es que no sé bailar y lo dejamos ahí. Me había descolocado la pregunta, era su sexualidad que me había incomodado y no su color. ¿Por qué mezclan todo? Y vos ¿qué querés saber?, si soy racista, ¿eso es? No soy racista Hicham.
-Qué sabés vos del racismo, Inés
-Yo creo que sé, Hicham.
- Y yo te digo que no tenés idea de lo que es el racismo. No podés saberlo. No podés entenderlo, sos blanca, clase media, educada.
-Ya, y ¿eso hace de mí una persona racista obligatoriamente? La gente mira a la otra gente desde varios lugares, por supuesto que el color es uno, a mí no me miran primero por el color, soy como la mayoría, en eso estamos de acuerdo, pero entran tantas cosas en juego.
-En la escuela primaria todos los chicos juegan juntos, luego en la secundaria se hacen grupos y muchas veces, te fijaste, se hacen grupos por distinciones raciales, los negros, los árabes, los otros blancos.
-Es una cuestión de búsqueda de identidad, en la adolescencia uno se pregunta quién es, y en un país de blancos aparecen las diferencias con fuerza, en mi última escuela, los chicos se definían más por la nacionalidad, o el origen, los de Camerún juntos, los de Marruecos, los musulmanes, etc., más que por el color. Afinidades culturales, idioma, las mismas dificultades en un país que no maneja bien la diferencia, que intenta siempre ajustar la forma de vivir a la norma algo anticuada francesa, con un sistema de educación caduco. Es un tema complicado. La diferencia, eso es Hicham, lo que asusta, lo que perturba. Yo siempre he vivido siendo un poco diferente del resto.
-Vos, dejate de joder, Inés
-Okay, vale, pero qué me querías decir con todo esto.
-Hablabas de definición, yo como árabe marroquí me mandan siempre la imagen de mi raza primero, el color. Si tu te definieras, mencionarías tu sexo, soy mujer, estatus, madre, casada, soltera, que te gusta leer o el ping pong, alta, baja, morena, quizás tu profesión... lo primero que dijeras no sería: soy blanca.
-Ummm, sí...
-Miráme, ¿cómo me ves?
-Tenés razón, tenés la pinta de un árabe peligroso que asalta a viejitas por la calle y sale disparando gritando Allá es Grande...
-Qué mala sos. Te hablo en serio. Cada vez que entro en un almacén, veo los ojos del encargado, de las cajeras con una pizca de sospecha, de duda, ¿qué vendrá a robar este? De no pasar desapercibido nunca...que te sigan con la mirada, que te espíen sin querer... de eso hablo, Inés. De que cuando camino con amigos por las calles, la mujeres imperceptiblemente aprietan su brazo contra su cartera. Y que te pare la policía cada semana para controlar tu identidad.
-Sabes, Hicham, ya me estás dando pena. Mira, creo que voy a llorar. Lo que te pasa a vos es que no ves la vida desde un ángulo divertido, pensá: soy como los "people", siempre perseguidos por los paparazzi, sin un momento de descanso o privacidad. Sos un VIP y no te das cuenta. Brad Pitt, Clooney, David Beckham, igualito, así viven ellos. Ahora, sé que es verdad Hicham, así es, y peor aún si te pones a buscar un departamento, es un problema aquí, y mirá que vos no sos negro, ni mujer, ni mujer negra, ni mujer negra con hijos y soltera... Así le podemos agregar a la lista. Sé que en Francia hay discriminación. Arraigada. Qué serios nos estamos poniendo.
-...
-...
-A lo que iba, ¿ya has salido con un árabe, Inés?
-¡HICHAM!

No hay comentarios:

Publicar un comentario