viernes, 27 de julio de 2007

Fuite


"There is no solitude greater than the samurai's, unless perhaps it be that of a tiger in the jungle."


-Te cuento, tomó un avión a Sidney
-¿Sidney en Australia?
-Claro, pero bien hubiera podido ser a Baltimore.
-¿Baltimore? ya no entiendo, explica mejor
-Sí, pero no, lo mandaron a Sidney, eso es lo importante.
-Ok, ¿y?
-Bueno, llegó temprano, por día nublado, lo vieron entrar en un hotel y solo salir unas seis horas más tarde.
-O sea que ¿se quedó todo el tiempo en el hotel?
-Parece ser.
-Ajá, sigue. ¿Estaba solo?
-Casi solo, lo mandaron con un griego, algo plasta, todo parte del asunto, así estaba cubierto.
-Coartada griega, esto se complica. Ok, fue una misión internacional entonces.
-¡Oh sí!
-Y ¿qué pasó...?
-Se piensa que estuvo esperando un mensaje.
-La misión ¿qué era?
-No está muy claro.
-¿Algo para un gobierno?
-Sí, sí claro para un gobierno extranjero, pero mis datos son imprecisos. Pasó tiempo en la calle, fundiéndose en la masa de turistas, el primer día... Luego sabemos que salió temprano el día siguiente o no, ya no sé, quizás más adelante y fue al barrio chino. Entró en un local, se encontró con un chino: eso se sabe con seguridad. Hablaron poco, comió y luego volvió a salir.
-¿Habla chino?
-Me parece que sí.
-Y ¿esto tiene su importancia?
-Yo estoy segura de que sí.
-Pero, vamos a ver, ¿qué tiene que ver esto con Madrid?
-Madrid, ¿por qué me hablas de Madrid?
-Porque no era que estuvo en Madrid el mes pasado, están los dos eventos ligados por supuesto.
-No, no, Madrid fue otra misión, no sé. No me interrumpas que me lío. Siempre tiene varias cosas al mismo tiempo. No te imaginas. ¿Te dije que su identidad australiana era la de un médico?
-Epa, médico, sin temor el tipo ¿no?
-Pensálo bien, es un estratagema perfecto.
-Cierto.
-Los datos se entrecortan. Hay gente que dice que lo han visto, otras que le han hablado. Estuvo mucho por la calle, días de sol. En las fotos lleva anteojos de sol, siempre. Estaba esperando algo, estoy segura. Se nos escapó pero no por mucho tiempo. Sí, lo reconocieron en varias ocasiones. Fuentes fidedignas. Me extraña que se haya expuesto así. Pero, hay algo que pasó, es evidente, y también algo que me recordó a la película del Samuraï con Alain Delon, ¿la viste?
-Sí, la vi, una con música jazz inolvidable, y un personaje silencioso y minucioso. Sí me acuerdo. Excelente. ¿Qué pasó?
-Pienso que quizás sea su última misión.
-¿Por qué?
-Algo, detalles, cosas que no cuadran. Una afectividad... No sé algo le está pasando.
-Es un perfeccionista, lo sabes, tendrá algún sentido. ¿Han intentado informarse con el recepcionista del hotel?
-Por supuesto, cambió de habitación y cosa extraña, el teléfono estaba casi todo el tiempo ocupado. No conseguimos localizar los llamados. Seguimos intentando. Pedimos que fueran ver a la habitación. Y no, parece que estaba, lo vieron solo y desnudo.
-¿Desnudo? Puff. Ya no sé qué pensar. ¿Quién es nuestro agente allá?
-Una tal Seni, local de origen indio, muy buena, no creo que la haya detectado.
-Continuá. ¿Qué otras informaciones tenés?
-Comió en un restaurante francés con una sueca.
-¿Otro agente?
-Eso está confirmado. Ya habían trabajado juntos por el pasado. Ella sigue en el circuito, pero ya de otra forma. No quiso hablar con nosotros, se conocía todas las triquiñuelas. Se rió todo el tiempo, y no supimos nada de nada.
-Bueno, y ¿qué pasó luego?
-Ah, poca información en realidad, sabemos que estuvo buscando algo, creo que durante dos días.
-¿Eso es lo que esperaban ustedes?
-Claro, sin pruebas no lo podemos detener más de cinco minutos.
-Es muy profesional.
-Sí, al final halló el punto de encuentro, y le dieron un libro.
-Ajá, ajá, ahí estaba la cosa. ¿Un libro en Australia?, cosa rara, eso era, por supuesto que sí.
-Sí señora. Estamos convencidos de que el libro es la clave porque después, entró en el hotel y no se lo vió más. El día siguiente tomaba un avión hacia los EE.UU. Casi lo pillamos en San Francisco. Luego desapareció, quizás ande por la costa este, o al sur, no sabemos.
-Este tipo es muy bueno.
-Oh sí, el mejor, yo personalmente lo admiro. Pero todos tienen un punto débil. Eso también lo sabemos.
-¿Una mujer?
-No se sabe. Un rumor corre... se piensa que hay una chilena, nueva.
-Van a mandar alguién a Chile a averiguar.
-Sí, ya está organizado. Iré yo.
-¿Tenés que terminar el informe?
-Sí, esta noche, y me faltan tantas cosas.
-Suerte entonces. Es la tercera vez que lo tienes que hacer ¿no?
-Tres, ¿qué tres?, mucho más, espera, México, Argentina, Montreal, Canarias, Suiza, Nueva York, Madrid, este tipo no para. A veces solo, a veces acompañado. La mujer parece ser diferente cada vez. Otra vez, las fotos son sorprendentes. Tenemos que encontrar la conexión. ¿Sabías que su nombre de código es el ángel caído?
-¿Por qué?
-Ni idea, che
-Pucha, qué cosa, ¿no?
-Sip.


1 comentario:

  1. No todos los espías son malévolos


    No todos los espías son malévolos
    no todos buscan tercamente
    entrar a saco en nuestras vidas

    los hay también benévolos leales
    cuyas miradas nos protegen
    contempladores cálidos/ cercanos
    que nos rescatan/ como por milagro
    de la claudicación
    o el desfallecimiento

    espías de bondad
    cenital
    trasvisible
    que a veces sufren mutaciones
    y son árbol o grillo o banderola
    canto rodado o mástil
    mariposa o gladiolo
    ciclón o enredadera

    y así
    desde todos los puertos
    y las puertas
    desde todos los brazos
    y las brasas
    serenos nos vigilan
    y no nos dejan traicionar
    ni traicionarnos

    espías entrañables
    naturales
    pacientes
    angelitos caídos
    de la gracia de dios
    benditos de mandinga
    hermanos nuestros.

    Mario Benedetti

    ResponderEliminar