domingo, 26 de agosto de 2007
Shuu, ne le dis à personne.
Jeff Buckley, Lilac Wine
Hablando con una amiga, profesora de alemán que me encontré por el centro hoy, nos pusimos a hablar de las clases que están por comenzar, de alumnos; entre dos suspiros, le comenté que había tomado unas diez clases de ese idioma en mi vida. "Ah, qué bien me dijo, o sea que lo hablas un poco." No Lilian, no hablo nada de nada, pero parece que lo que digo lo digo bien porque...
El chico del tren tenía una mirada alegre, el pelo un poco largo, sobre todo el flequillo, todo: pelo y ojos era de color caramel; era alto y llevaba un suéter boliviano, unas zapatillas destruidas, me acuerdo como si fuera ayer porque lo he mirado durante muchas horas hablarme, sentado pero entusiasta, en el banco enfrente del mío, cruzar las piernas, usar las manos para ilustrar sus propósitos, a veces esperó una respuesta, contesté sí, a veces no, se levantó, trajo agua, me la convidó, le agradecí, me leyó partes de su libro, un libro gordo con las esquinas dobladas por el uso, una tapa gastada de Thomas Mann, creo que era Joseph und seine Brüder, ya no sé, le sonreí, asintiendo con la cabeza, para que siga. El chico del tren me contó su vida, sus sueños, su trabajo, sus cosas, despacio, a veces riéndose, a veces serio, bueno me lo imagino porque en ningún momento lo entendí: hablaba en alemán. Al entrar al tren y sentarnos, usé la extensión de mis conocimientos del idioma de Goethe--Hallo, hallo. Entschuldigung, wie heiss en sie? Ich bin Inés. Wie bitte? Mein name ist Inés. Ich komme aus Schweiz, Und sie? Ich komme aus Argentina--, se llamaba Frantz, trabajaba como guardagujas en un pueblo suizo de montaña, para que entienda eso tuvo que expresarse con mímicas, me hizo reír y a partir de ahí no paró de hablar. Se bajó en Estrasburgo y yo continué hasta París. Recuerdo también haber recibido una postal un par de meses más tarde, donde se podía leer "Liebe Inés... Herzliche Grüsse" y que tampoco entendí. Tschüss, me dijo bajándose, auf Wiedersehen Frantz, le contesté. Y ya, la única vez que "usé" el alemán.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario