Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, qué soledad errante hasta tu compañía! Siguen los trenes solos rodando con la lluvia. En Taltal no amanece aún la primavera. Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos, juntos desde la ropa a las raíces, juntos de otoño, de agua, de caderas, hasta ser sólo tú, sólo yo juntos. Pensar que costó tantas piedras que lleva el río, la desembocadura del agua de Boroa, pensar que separados por trenes y naciones tú y yo teníamos que simplemente amarnos, con todos confundidos, con hombres y mujeres, con la tierra que implanta y educa los claveles.
Pablo Neruda, Soneto III,
Lluvia la hubo volviendo, así un poquito para recordarme mi ayer, tu pato, y a Josephine, ella, de todos, allá trepada con las manos abiertas. Sol también hubo, un poquito entre dos nubes para distraerme y mostrar la torre por un costado, que aparece y desaparece como mis pintores, (reaparecieron, nos dejaron la mañana), albeando están la fachada, y yo de nuevo amoñándome para el invierno.
Aun no me he ido y siento que ya es hora de volver.
ResponderEliminarAmor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
ResponderEliminarqué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser sólo tú, sólo yo juntos.
Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones
tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles.
Pablo Neruda, Soneto III,
Lluvia la hubo volviendo, así un poquito para recordarme mi ayer, tu pato, y a Josephine, ella, de todos, allá trepada con las manos abiertas. Sol también hubo, un poquito entre dos nubes para distraerme y mostrar la torre por un costado, que aparece y desaparece como mis pintores, (reaparecieron, nos dejaron la mañana), albeando están la fachada, y yo de nuevo amoñándome para el invierno.
Qué tu viaje sea bueno. Nos vemos.