miércoles, 28 de enero de 2009
Día 1
Cuando pega el viento y cae la nieve como hoy no hay que extrañarse de vivir en un país donde la gente no alza la vista cuando anda por la calle. El frío pero sobre todo el viento nos vuelve algo hoscos. Presa en mi mundo autista yo también, pensé que paso a paso el camino se va haciendo, y sí no hay elección, no se mira adelante ni atrás, solo el camino con talones hundidos impulsando el cuerpo, en un paseo solitario; también pensé que tengo que cuidar de mi elección de botas. ¡Cuánto se las mira!Un paso tras el otro. Así es.
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Hay veces, como esta siesta de calor y moscas en Santiago, en que quisiera imaginarme cómo es el frío, el frío de verdad, digo, no el de una helada de 4 bajo cero sino el que tienen ustedes, un frío que te entra hasta los huesos, que no deja que te muevas, que te tiene apretado entre tanta ropa y que vuelve hielo el aliento de tu boca. Pero, ya ves, los coyuyos (pronúnciese "coiuios" para expresarlo en santiagueño) cantando a lo lejos no me dejan. Y ya no creo que me dejen más.
ResponderEliminarLo que jode realmente no es el frío: con una campera gruesa, un gorro y guantes uno está bien. En serio. Lo que jode, digo, es el viento. La humedad. Esos sí penetran, te envuelven y no te dejan respirar. Cuando nieva nunca hace demasiado frío, es extraño pero todo se suaviza. He dicho que los canadienses caminando por la calle están en su mundo, es verdad; al mismo tiempo, cuando te reciben en sus casas, claro que no se pasa demasiado tiempo fuera, la casa aquí es el lugar de encuentro, son muy cariñosos. Es más, la primera cosa que dicen abriendo la puerta es: desvístase (déshabillez-vous) http://ca.youtube.com/watch?v=MVU1fbzjcfk , sí, como lo cantaba la bonita Juliette Gréco, aunque lo que pedía ella era que la desvistieran, un detalle. Siempre me ha hecho reír esa expresión. Aquí hay que sacarse la ropa del exterior: las casas son calientes. Existe un gran contraste entre afuera y adentro. Así es primo. Te invito en Febrero para que sepas lo que es tener frío. Cómo vas a extrañar a Santiago.
ResponderEliminarSaludos, primó.