Cosas ocurren este año que me sorprenden. Cosas del tipo de las listas que se hacen algunos y que representan hitos en la vida. Lo cual nunca hice ni me interesa, sin embargo, la casualidad que sucedan todos al mismo tiempo me deja perpleja. A ver, quién me hubiese dicho que conocería a un cubana china, que te habla con ese acento tan divertido y abierto y cuya sonrisa le cierra aun más los ojos. Esta era una de las razones por la cual quería ir a Cuba, y eso desde que leí a Padura donde contaba del barrio chino de la Habana. Quién hubiese creído que iba a protagonizar un espectáculo de baile y teatro en castellano bailando tango (¡mi personaje se llama Manuelita!). Quién hubiese pensado que fuera a caminar 40 kilómetros derechitos y sin pausa, un reto pintoresco por el río con los músculos que al final se endurecían si me paraba un minuto siquiera : mi maratón personal. Quién me hubiese dicho que prepararía un documental ... ay tantas cosas este año que no enumeraré sino que me doy cuenta que le tenía miedo al año 2017, y poco a poco ando haciendo cosas de las que estoy orgullosa o más sencillamente divertida por lo audaz, como mi amiga Manuelita que se fue a París donde la plancharon en francés del derecho y del revés ... La clase de danza yoga de mi alumna bailarina, me aprendió a respirar y regocijarme el alma con música y luz. A animarse...
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