domingo, 13 de mayo de 2018

Puertas giratorias


Una puerta que se abre cuando la otra se cierra, es un vodevíl no un romance, lo nuestro fue ausencia de sincronismo. Quieres, no puedo, puedo, ya no estás, entras, salgo, viajas, me quedo, sí, no ¿hoy? No, mañana.  Mañana no existe. Vuelvo y ya no se puede. Admito que el miedo, más allá del deseo, me hizo vacilar. Luego te tocó a ti. No fue  tu culpa ni la mía, fue que no se dio y ya. Sin embargo,  sigues mirándome con hambre, y yo sigo sintiendo en tus brazos que la tierra húmeda huele rico, que las flores florecen, panameño lindo, me llevas con tu acento a tu tierra, cuando me hablas despacio en la oreja  y me cuentas que la lluvia hace cosquillas. Solo hace falta que tiendas la mano con ese gesto tuyo, para que durante quince minutos abrazados mi piel contra tu piel, tu aliento y tu corazón en mi pecho, tus brazos aferrados a mi cuerpo, podamos olvidarnos de las puertas que no coinciden.

viernes, 11 de mayo de 2018

Droga dura







Terapia: Facundo Cabral: No soy de aquí, ni soy de allá

Año de mierda


Hoy en clase una alumna vomitó por el calor y la falta de aire. A mí me duele la cabeza desde hace una semana. De todos modos, la verdad es que ando con un malhumor sólido desde el principio del año, pero esa es otra historia; dos alumnas se levantaron y se fueron a su casa. La directora vino a explicarnos que los problemas de ventilación del edificio donde trabajamos (estamos relocalizados: no quedan locales en el centro donde se supone que enseño) no estaban programados, como si eso no lo supiéramos o justificaría lo que sea. Nos explicó que las condiciones actuales eran las que tendrán ellos, futuros profesores, cuando logren el examen que preparan conmigo. Tómenlo como un ejercicio preparatorio, explicó. Hay escasez de escuelas, de aulas, de docentes, las cosas son así, dijo. Cuando una de mis alumnas quiso explicar cuan difícil era estar ahí, la directora amenazó con cerrar la clase y anular el curso. ¿Es lo que quieren? Me quedé parada a su lado asqueada y avergonzada. ¿Cuánto le hubiese costado pedir disculpas y asegurarnos de mejorar la situación? No, cuidado, no se quejen, prohibido, hay gente que la pasa peor ¡eh! Joder lorito. Las condiciones laborales se desmejoran día a día.

Existe en el trabajo una tensión nueva desde hace unos meses, hecha de malentendidos que crean una situación liosa. Por suerte, están los alumnos.

Tengo la arrogancia siempre latente, parecería ser. ¡Cuánto me enorgullecía de haber remediado mi problema de ciática!, pensando que el baile, una actitud activa, qué se yo… Y no, este año de mierda volvió la ciática, después de cinco años sin dolor, fuerte, mordaz, unos cuantos movimientos y esfuerzos torpes y chas, pumba, la espalda trabada; además, me arrancaron una uña en una milonga creando un charco impresionante de sangre por el piso de madera y mucha conmoción. La edad va entrando. Y para bailar, con los zapatos de tango, bailo vendada.¿Cuánto demora crecer una uña? Uf.

Los amores, año de mil mierdas, ¿cómo viene la cosa?: un desastre monumental. 

El peor invierno del siglo.

Hay más, un amigo, colega querido, se murió de cáncer.

Y para terminar una tristeza que me acecha.

Ya no doy más. Mayo y ya no doy más.


Quiero mantenerme digna con la cabeza recta al viento hasta que termine, hasta que que pasemos al 2019, olvidarme de hoy, ayer, mañana.


Ojalá el verano que pasaré en invierno sea más amable, ya estoy cansada de andar rechinando los dientes, frustrada, insatisfecha. Pucha che, qué año fiero.


martes, 1 de mayo de 2018

Silvio Rodriguez - La Maza

Tres años




Mamá le tenía tanto respeto al ser humano que verdaderamente me parece adecuado y divertido que se haya ido el día del trabajador. No se trabaja el 1 de mayo, se lucha, se revindica, se reinvindica, se descansa, se junta la gente, se piensa en lo que uno tiene o le falta, se reclama, se protesta, mamá era una persona solidaria; se canta, por qué no, se duerme, se come, se disfruta del tiempo libre, se ama, (y yo la amaba ) y todo eso a ella le gustaba. O, incluso, ese día, se queda uno en cama con un libro y no se hace nada. Eso, eso le hubiera agradado también.  Se murió en la cola ya del verano tucumano, otoñito soleado, se murió acompañada de su familia, de sus hijas, qué milagro que hayamos estado todas. Mi madre se murió el 1 de mayo, día internacional de descanso y de pedidos de justicia y pienso que ese día le corresponde bien. En todos casos me lo ha convertido a pesar de la tristeza  en un día entrañable porque sospecho que sin querer lo eligió,

(cuánto la extraño)