Mamá le tenía tanto respeto al ser humano que verdaderamente
me parece adecuado y divertido que se haya ido el día del trabajador. No se
trabaja el 1 de mayo, se lucha, se revindica, se reinvindica, se descansa, se
junta la gente, se piensa en lo que uno tiene o le falta, se reclama, se
protesta, mamá era una persona solidaria; se canta, por qué no, se duerme, se
come, se disfruta del tiempo libre, se ama, (y yo la amaba ) y todo eso a ella le
gustaba. O, incluso, ese día, se queda uno en cama con un libro y no se hace
nada. Eso, eso le hubiera agradado también.
Se murió en la cola ya del verano
tucumano, otoñito soleado, se murió acompañada de su familia, de sus hijas, qué
milagro que hayamos estado todas. Mi madre se murió el 1 de mayo, día
internacional de descanso y de pedidos de justicia y pienso que ese día le
corresponde bien. En todos casos me lo ha convertido a pesar de la
tristeza en un día entrañable porque
sospecho que sin querer lo eligió,
(cuánto la extraño)
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