domingo, 19 de noviembre de 2006

¿Poli? ¿Sigo?

Bum bum bum bum rebota la música contra las paredes. Rayos amarillos, verdes, rojos, pasean por la pista de danza del local. Estoy hipnotizada por la iluminación de una bola plateada encima de la cabeza de unos cuantos chicos bailando. "Es el mejor antro de Toluca, me grita Gloria, ¿quieres tomar algo? Relájate, yo me ocupo de ti, no te aflijas", "oíme, muchísimas gracias, Gloria, pero llevame a un hotel, por favor", no me oye, está llamando por teléfono. Gloria habla y habla: "sí, sí, sí, me la encontré en la calle, es argentina, pero vive ¡en París!, no sé, sí sola, vino sola, claro que habla español, ...". Son las cuatro de la mañana y estoy en una discoteca en Toluca, de repente me siento sucia con mi ropa del día anterior, sentada en una mesa, sin poder moverme, esperando que termine. Ay, suspiro ¡que termine el día!
...
"En las sombras de la noche,
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro"
...

"¿Es tu novio? No, ¿tu enamorado? No, no, ¿tu amante? ¿galán? ¿pretendiente?" "No, Gloria no". "Entonces, ¿qué? ¿Por qué no está?" "He llegado muy tarde. No sé". En serio, no lo sé. ¿Cómo te gusta México? "¿México?" Bajo los ojos y examino mis botas negras sucias por la tierra de la calle. "Recién llego, contesto, México: sos vos, y sos linda y simpática". "Sabes, soy actriz, trabajo en una novela de televisión en el DF, también hago modelaje pero prefiero ser actriz", me cuenta. No me cabe la menor duda. Es hermosa, es viva. Me hace un montón de preguntas sobre París. Me levanto. No doy más. Todos me miran. Gloria insiste en presentarme a sus amigos. Me ayudan con la mochila, el bolso. "Quédate en mi casa, o en la casa de mi amiga. Mañana te llevo donde quieras y lo arreglamos todo". "Te lo agradezco mucho, pero me voy a un hotel, no te preocupes, gracias mil veces, pero me las arreglaré yo. Además, si algún día vas a París..." ¿Estás segura que no te quieres quedar con nosotros? "Sí, por favor, has sido verdaderamente amable."

Maneja a toda velocidad por las largas calles de Toluca, hablando con sus amigos sentados atrás, y por el celular, al mismo tiempo, no se para en los semáforos, habla y cuenta de su viaje a Rusia. No hay absolutamente nadie en la calle. "¿Has ido a Rusia?" "Sí y como a ti me tuvieron que ayudar. Me perdí". El primer hotel está lleno. Recibo una llamada: "estoy bien, digo". Seguimos buscando. El segundo hotel, lleno. El tercero igual. El cuarto, ya es broma. Pero no me extraña. Parece que no voy a dormir. Cuando decía que lo quería ver todo los ojos abiertos era una metáfora, pienso en voz alta. Alguien allá arriba no entiende de sutilidades. Gloria ya no sabe donde llevarme. Llegamos a Metepec, una luz prendida, dice Motel, OK, ahí será, no importa. "Dejame ahí, Gloria." "Oh, ¿estás segura?" "Sí, no te preocupes, estaré bien". El empleado duerme, profundamente. "¿Tiene una habitación?" "Ajá". Voy a fijarme, tiene cama y ducha: perfecto. Una luz amarilla alumbrando el pasillo. Hay ropa, papeles tirados sobre el piso, un bochinche de diablos, salto por encima de todo para acceder al cuarto, parece que hubo una fiesta y llegué tarde. Gloria me besa, sus amigos me saludan. En el auto me han enseñado mexicanismos para hacerme reír. Se han portado muy bien, y se lo digo. Se han portado realmente muy muy bien. Gloria y su banda se van tan rápidamente como aparecieron, se van a una fiesta, a recoger unos amigos. Son las cinco y media de la mañana, no, quizás las seis. Cierro la puerta con la silla, no hay ventanas, salvo una pequeña en el baño. Me miro en el espejo. Fumo un cigarrillo y me echo vestida sobre la cama. Estoy en un western, y sueño con westerns, con música de Chris Isaac, no sé, no tengo tiempo de soñar. Golpean a la puerta. "Despierte, despierte, tiene que salir, ya es de día". Cómo es posible. Me siento sobre la cama. Mi corazón palpita, estoy mareada. OK ok, México, here we go. With my eyes opened.

2 comentarios: