Mi casa esta sitiada por rosas: carmesies, de nata y atigradas. Trepan por las ventanas y se abren despeinadas. La lavanda las contempla con rubor azul desde un flanco. Pero al llegar la noche, la unica presencia es su fragancia intensamente cortesana.
Mi casa esta sitiada por rosas: carmesies, de nata y atigradas. Trepan por las ventanas y se abren despeinadas. La lavanda las contempla con rubor azul desde un flanco. Pero al llegar la noche, la unica presencia es su fragancia intensamente cortesana.
ResponderEliminarHoy no llueve.