Quiero hacer un
pacto con quien sea que tenga que hacerlo. Llegó febrero frío. Muy frío.
Entonces aquí mis condiciones: una semanita pelando, Montreal tiene que mantener
su reputación de país nórdico, se entiende y se lo acepta, pero no vamos a
hacer todo un plato con eso. Ya estamos en el 2021 con los trastornos del clima
bien iniciados; luego, aceptaría un par de semanas más tranquilitas y dentro de
seis semanas todo se acabó, ¿de acuerdo? Yo no voy a estar así peleando con el
clima, es ridículo. Tenemos otros problemas graves en este momento como para
estar malgastando tiempo, sufriendo y protestando por temperaturas gélidas: pasar
frío es una cosa, congelarse, otra. Y, ya que estamos, basta con la nieve que
nos cae desde hace un mes. Esa desproporción es algo grosera. Basta ya.
A cambio ¿qué?
Oiga, he sido
madre de adolescentes y maestra durante demasiados años, ¿no le parece castigo
suficiente? Además, ya tantos le dieron
su alma, está de lo más bien acompañado, para que quiere alguien como yo cuando
lo tiene a Paganini o a Tommy Johnson, no entiendo. Qué haría de una mujer como
yo. Le sacrificaría mis niños, pero de una, ya no lo son y de dos, me los
devolvería. La vida, mi vida, no la quiero eterna, ya bastante cansada ando. O
sea que años de vida me puede sacar, me parece bastante justo. ¿Matar a alguien?
Oh como al pobre Ricardo, no, no, padezco de la misma enfermedad, soy de las
que aman en serio y generosamente, o sea que no pierda su tiempo intentando
asustarme con contratos no respetados. No los respeto.
Es más, este año 2020 fue algo así como una penitencia, sin abrazos, libertad de desplazarce, milongas. Me parece que estamos en paz. Además, estamos hablando de cosas intrascendentes: mañanitas que agarrotan el cuerpo, de escarcha en las pestañas, de hielo bajo los pies, granizo azotando la cara, ventisca por alrededor del cuello, muslos helados, picando de dolor, dedos dolorosos y sensibles. Lo que deseo es que el tiempo sea un poco menos blanco. No es mucho pedir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario