lunes, 1 de febrero de 2021

Le vouloir nous brûle et le pouvoir nous détruit.

 

Quiero hacer un pacto con quien sea que tenga que hacerlo. Llegó febrero frío. Muy frío. Entonces aquí mis condiciones: una semanita pelando, Montreal tiene que mantener su reputación de país nórdico, se entiende y se lo acepta, pero no vamos a hacer todo un plato con eso. Ya estamos en el 2021 con los trastornos del clima bien iniciados; luego, aceptaría un par de semanas más tranquilitas y dentro de seis semanas todo se acabó, ¿de acuerdo? Yo no voy a estar así peleando con el clima, es ridículo. Tenemos otros problemas graves en este momento como para estar malgastando tiempo, sufriendo y protestando por temperaturas gélidas: pasar frío es una cosa, congelarse, otra. Y, ya que estamos, basta con la nieve que nos cae desde hace un mes. Esa desproporción es algo grosera. Basta ya.

A cambio ¿qué?

Oiga, he sido madre de adolescentes y maestra durante demasiados años, ¿no le parece castigo suficiente?  Además, ya tantos le dieron su alma, está de lo más bien acompañado, para que quiere alguien como yo cuando lo tiene a Paganini o a Tommy Johnson, no entiendo. Qué haría de una mujer como yo. Le sacrificaría mis niños, pero de una, ya no lo son y de dos, me los devolvería. La vida, mi vida, no la quiero eterna, ya bastante cansada ando. O sea que años de vida me puede sacar, me parece bastante justo. ¿Matar a alguien? Oh como al pobre Ricardo, no, no, padezco de la misma enfermedad, soy de las que aman en serio y generosamente, o sea que no pierda su tiempo intentando asustarme con contratos no respetados.  No los respeto.

Es más, este año 2020 fue algo así como una penitencia, sin abrazos, libertad de desplazarce, milongas. Me parece que estamos en paz. Además, estamos hablando de cosas intrascendentes: mañanitas que agarrotan el cuerpo, de escarcha en las pestañas, de hielo bajo los pies, granizo azotando la cara, ventisca por alrededor del cuello, muslos helados, picando de dolor, dedos dolorosos y sensibles. Lo que deseo es que el tiempo sea un poco menos blanco.  No es mucho pedir.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario