Me llevó al
barco, sobre el San Lorenzo, a un lugar quieto lleno de juncos altos y
protectores. Solo se oían los trinos, chirridos de los pájaros a lo lejos una
vez que el motor se acalló. Se veía el agua moverse suavemente con el balanceo
del bote. ¡Una tranquilidad! Las nubes moviéndose por la extensión del cielo
era lo más activo. Todo lo demás, meneándose con lentitud. Ningún barullo.
Calma y agua.
Sus manos
expertas iban de una cosa a la otra en su embarcación parcheada, arreglada
provisionalmente con cosas heteróclitas encontradas por ahí—por la calle, insiste,
si supieras cuántas cosas se tiran por la calle; le faltaría un poquito de
limpieza, pensé yo. Y en realidad, le faltaría sentido para mí, pensé también.
Estar rodeado de agua sin poder caminar, bueno, bañarse sí, supongo, pero
atrapado en un lugar reducido todo el día, ¿cómo puede pasarse la vida aquí?
Solo caben dos personas sentadas, también hay una cabina para recostarse, una
silla con función de mesa para almorzar. Nada más. Sin baño, sin cocina. Uf, un
sitio para alguien que quiera leer todo el día, alguien que quiera escribir en
un cuaderno a pesar del movimiento rítmico, alguien que quiera estar en una
soledad pesada, densa de silencio y lejos de todo. Mi amigo no habla mucho, no
cuenta nada, no hace preguntas. Me explica simplemente que necesita del agua
cerca. Siempre fue así. Y yo necesito tierra firme. Nos llevamos bien, como dos
personas de dos lados opuestos del planeta pueden llegar a llevarse bien: la
sorpresa y la curiosidad por el otro participando a un mutuo respeto de lo
ajeno, de lo dispar.
- ¿Habrá
sapos por aquí? Pregunté.
- ¿Sapos?
-Sí,
sapitos horribles, ya sabes, que croan y saltan de una planta al agua.
-Supongo
que sí, las ranas toros, los ouaouaron como se los llama, pero no es sapo es
rana. Una rana gorda y grande. ¿por qué preguntas?
-He leído
por alguna parte que niños habían intentado ponerle un cigarrillo a la boca una
rana, que ésta la respiraba y después de succionar la rana explotaba.
- ¿Y eso te
gustaría hacer? ¿Ver explotar una rana?
-No, no,
estaba pensando nada más…
-Sos un
poco salvaje a veces.
-Hum, no
sé.
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