En Valpo tocaron música cubana y argentina para dos espectadores que disfrutaron de la suerte, de las melodías, tomando Pisco Sour, ahí por el cerro Alegre, una noche tardía de primavera chilena. Un regalo fue, y regalo quiero que vuelva a ser. Ahí va: Chan Chan...
Dos espectadores afortunados, los unicos. Era una sala amplia, con las ventanas abiertas a la oscuridad amable de la noche. Tus brazos, el diapason esbelto que cortaba el aire siguiendo la huella de las notas. Era Cuba, Chile, Argentina. Eras tu, toda musica y baile, oficiando la ceremonia de la luna, de la miel, de la isla y de la vida. Repetible a tu lado.
ResponderEliminarChan, Chan.
Tocaron también a Serrat, cantando a Machado, para vos, y fui yo la que se emocionó:
ResponderEliminarTodo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo camino
Camino sobre la mar
Nunca perseguí la gloria
Ni dejar la memoria
De los hombres mi canción
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón...