miércoles, 3 de octubre de 2007

Para Antonio

Matías Pinto d'Aguiar, pintor chileno, Viaje a Robinson Crusoe, 2006

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada más

no me refiero sólo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol

ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
de tu más reciente desesperación

no
la cosa es muchísimo más grave

cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría y regarlo mirándolo

quiero decir que estás sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede el armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida

como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas o con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
o cautelosas mujeres
que quise o quiero

porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida

una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van

pero vos,
por favor,
no te vayas.

Mario Benedetti, Mucho más grave


Benedetti a veces me sorprende y me conmueve de una forma...

2 comentarios:

  1. ASUNCIÓN DE TI

    1
    Quién hubiera creído que se hallaba
    sola en el aire, oculta,
    tu mirada.
    Quién hubiera creído esa terrible
    ocasión de nacer puesta al alcance
    de mi suerte y mis ojos,
    y que tú y yo iríamos, despojados
    de todo bien, de todo mal, de todo,
    a aherrojarnos en el mismo silencio,
    a inclinarnos sobre la misma fuente
    para vernos y vernos
    mutuamente espiados en el fondo,
    temblando desde el agua,
    descubriendo, pretendiendo alcanzar
    quién eras tú detrás de esa cortina,
    quién era yo detrás de mí.
    Y todavía no hemos visto nada.
    Espero que alguien venga, inexorable,
    siempre temo y espero,
    y acabe por nombrarnos en un signo,
    por situarnos en alguna estación
    por dejarnos allí, como dos gritos
    de asombro.
    Pero nunca será. Tú no eres ésa,
    yo no soy ése, ésos, los que fuimos
    antes de ser nosotros.

    Eras sí pero ahora
    suenas un poco a mí.
    Era sí pero ahora
    vengo un poco de ti.
    No demasiado, solamente un toque,
    acaso un leve riesgo familiar,
    pero que fuerce a todos a abarcarnos
    a ti y a mí cuando nos piensen solos.

    2
    Hemos llegado al crepúsculo neutro
    donde el día y la noche se funden y se igualan.
    Nadie podrá olvidar este descanso.
    Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
    a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
    No pienses ahora en el tiempo de agujas,
    en el tiempo de pobres desesperaciones.
    Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
    el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
    tu rostro que se interna noche adentro
    hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

    3
    Puedes querer el alba
    cuando ames.
    Puedes
    venir a reclamarte como eres.
    He conservado intacto tu paisaje.
    Lo dejaré en tus manos
    cuando éstas lleguen, como siempre,
    anunciándote.
    Puedes
    venir a reclamarte como eras.
    Aunque ya no seas tú.
    Aunque mi voz te espere
    sola en su azar
    quemando
    y tu sueño sea eso y mucho más.
    Puedes amar el alba
    cuando quieras.
    Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
    Esta noche, otra noche
    tú estarás
    y volverá a gemir el tiempo giratorio
    y los labios dirán
    esta paz ahora, esta paz ahora.
    Ahora puede venir a reclamarte,
    penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
    reconocer tu tibio corazón sin excusas,
    los cuadros persuadidos,
    saberte aquí.
    Habrá para vivir cualquier huida
    y el momento de la espuma y el sol
    que aquí permanecieron.
    Habrá para aprender otra piedad
    y el momento del sueño y el amor
    que aquí permanecieron.
    Esta noche, otra noche
    tú estarás,
    tibia estarás al alcance de mis ojos,
    lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
    He conservado intacto tu paisaje
    pero no sé hasta dónde esté intacto sin ti,
    sin que tú le prometas horizontes de niebla,
    sin que tú le reclames su ventana de arena.
    Puedes querer el alba cuando ames.
    Debes venir a reclamarte como eras.
    Aunque ya no seas tú,
    aunque contigo traigas
    dolor y otros milagros.
    Aunque seas otro rostro
    de tu cielo hasta mí.

    ResponderEliminar
  2. Olvide decir que el poema "Asuncion de ti" es de Mario Benedetti, por supuesto.

    Un beso.

    ResponderEliminar