Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
Ángel González
Yo lo noto, cómo me voy volviedo menos cierta, confusa, olvidadiza, pesando más en el aire cotidiano, mi cuerpo anteriormente ágil, se hace lento, torpe, pesado dije. Como atraído por la tierra, todo para abajo cuando al contario quisiera saltar. Ya no puedo. Yo lo noto, me voy volviendo menos interesada en nada, aceptando las distancias, las despedidas, las pérdidas también. Tomando consciencia de los muchos errores y algunos aciertos también, tan pocos, pobres que apenas me sale una sonrisa de costado. Mirándome al espejo, notando no tanto jirones deshilachados sino relieves nuevos. El tiempo sinvergüenza sabe que tiene la culpa. Pero eso sí es lo de menos. El corazón lo tengo que late, déjalo latir, miente mi soñar, déjame mentir, late un corazón, porque he de verte nuevamente, miente mi soñar, porque regresas lentamente. Yo comprendo: he vivido un años más, y es muy duro. Mover el corazón, casi cien veces por minuto, todos los días, y para vivir es necesatio morirse muchas veces mucho, y eso sí que lo hice, muchas veces mucho.
Guapa, inteligente y noblemente generosa.
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