Cuando mi
hermana Elena se fue a trabajar un año a Escocia con espíritu de aventura, hace
unos añitos ya, regresó con un escocés en su valija. Y pedazo de hombre resultó
el cuñado: un hombre alto, grandote;
cuando mis hijos, mi hermano Sebastian se ponen a su lado, estamos en Brobdingnag; Dean es una persona jovial, divertida y super tranquila. Él parece
totalmente satisfecho con su vida todo el tiempo y pienso que esa actitud la
relaja a Elena. Las fiestas que organizaron fueron memorables haciéndonos
descubrir sus whiskies preferidos. El cocinero adoptó a toda la familia y qué familia y
qué comida nos hace. Ahora los dos viven en Verdun, un barrio sureño cerca del
río donde crían a Alfie. Se compraron una casita hermosa, que pagan con
dificultad puesto que la pandemia interrumpió el trabajo de Dean desde el mes
de marzo y si Elena trabaja, sigue siendo la mitad de lo que tenían hace unos
meses. Dean, harto de esperar que mejore la situación para los restaurantes,
decidió estudiar para ser plomero y me parece una excelente idea. Donde vaya y
haga lo que haga, nadie lo va a entender con su acento. Qué gracioso. Elena trabaja
desde casa y el papá se ocupa del niño. Qué bien se la ve a mi querida Elena.
Hoy cumple 39 años y espera su segundo hijo para el mes de junio. Está hermosa
y feliz. Es una mamá realizada y cariñosa, atenta. El primer hijo de los McCrudden
es una maravilla de bebé risueño ademâs de ser el amor absoluto de mi vida. Cuando la fui a
ver al hospital al nacer Alfie, me enamoré ahí mismo para la vida de mi
sobrino. Esperan una hija según la ecografía y la estamos esperando. Mis hijos
adoran a Elena, fue el vínculo entre las generaciones. Mi papá, el patriarca,
Elena la tía comprensiva y amiga. Mis hijos se sintieron incluidos y
comprendidos gracia a su inteligencia emocional. La quiero tanto. Le deseo
tanto bien, un embarazo sereno y la realización de sus proyectos. Hoy, un día
de invierno suave, que sea un buen presagio para el futuro.
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